Un tacón saca otro tacón

Nos hemos consolado muchas veces comprando un par de zapatos. O varios. Los amamos, los necesitamos en nuestra vida, vienen a completarnos, somos unas diosas trepadas en esos tacones. No lo niego. Pero llega un momento cuando nos damos cuenta que no son suficientes para tapar ese hueco en el pecho. Es ahí que toca mirar hacia adentro aunque no tengamos ganas…