Alguien se fue

Cuando muere alguien querido sobran las preguntas y faltan las respuestas. El vacío que nos rodea amenaza con tragarnos, la luz se fue y sentimos que no volverá. Una vez pasado el shock inicial, vislumbramos un camino infinito de cotidianidades insípidas y una desesperanza crónica. Hasta que, a lo mejor, logremos construir un intento de vida parecida a la que tuvimos. Mientras tanto, tratamos de procesar y entender, en vano.