Como una concha

Todos hemos pasado por esto. Cuando sentimos, entre otras cosas, que se nos va a rayar el disco duro, entramos en modo enconchamiento. Nos ponemos la coraza para proteger nuestros pensamientos y sentimientos y esperar con fe que pase el temporal. La mayoría de las veces ocurre por una incapacidad en manejar la situación o la emoción y preferimos huir, como la avestruz que mete la cabeza en la arena. De repente si no nos ven, no pasa nada. Pero si pasa y es preferible enfrentarlo y quitar la curita de un tiro que prolongar la agonía.