Una odisea en Miami

Lo que empezó como un viaje que pintaba ser muy divertido, terminó siendo una estadía prolongada y absolutamente no programada en esta ciudad. En esta primera entrega, les cuento como, una vez más, se comprueba el dicho “uno propone y Dios dispone”, Todo sucedió tan rápido, que no hubo tiempo ni para darnos el permiso de sentir nada, solo una gran desilusión al no podernos subir en el barco para celebrar a nuestra amiga.