Me he vuelto demasiado dependiente del GPS. Lo uso sin necesidad y sé que está mal, creo que es porque cuando repartieron el talento de la ubicación, yo estaba ocupada en otra cosa.
Dos veces he tenido episodios en que nos hemos reído tanto pero tanto por haber llegado donde no queríamos ir, si, el que el GPS haya estado poseído resultó mejor que haber arribado al destino planeado originalmente en tiempo. Como en la vida, en ocasiones toca agradecer llegar donde no habíamos planeado.
Una vez fue en Fort Lauderdale, Florida, donde literalmente el GPS nos indicaba doblar a la derecha y seguir recto. Eso no hubiese sido ningún problema si a nuestra derecha siguiera una calle. Pues no, íbamos a borde de mar y doblar a la derecha implicaba adentrarnos en el mar y continuar por un kilómetro. No podía creer lo que estaba pasando, ¿cómo es posible que el GPS se equivoque de esta manera?
La otra fue en Italia. Queríamos llegar a un pueblo que se llama Radda en Chianti. Ya sospechábamos que íbamos mal porque las calles se iban estrechando, pero confiamos y seguimos. El GPS nos anunció de forma triunfal que habíamos llegado a nuestro destino justo en el medio de un patio particular lleno de hilos de tender cuajados de ropa interior.
Luego de reírnos un montón, pedimos disculpas a los dueños de la casa, que nos miraban como si fuéramos extraterrestres. Por supuesto lo celebramos con unos vinos posteriormente y hasta el día de hoy es una anécdota que frecuentemente sale a la luz.
Pero ¿qué pasa cuando nuestro GPS personal se comporta como un disco rayado? Me ha pasado, no sé cuál es el camino correcto. Es más ¿quién dice que hay un camino correcto? Saben que, es muy difícil sino imposible estar SEGURO de que tal o cual camino es el que es. Nuestra esencia, metas establecidas a largo plazo y disciplina nos pueden ayudar a mantenernos enrumbados. Pero, por otro lado, nosotros cambiamos y cambia nuestro entorno también, toca ser flexibles y muchas veces recalcular. No pasa nada.
Seguro les ha pasado también que se sienten perdidos y en la persona o situación más random de la historia encuentran lo que siempre han estado buscando y ni siquiera lo sabían. No me digan que no.
En fin, agradezcamos cuando nos perdemos, cuando nos encontramos y todas las sorpresas que nos regala el camino, Por algo nos pasan.