Contenido

Cuando el cuerpo dijo basta

Por aquí y por allá les he hablado de algunos “percances” de salud con que la vida me ha sorprendido. Durante mi era científica y racional, buscaba explicaciones sustentadas y todo parecía tener una lógica perfecta. Simplemente, a mí me pasaban cosas, frecuentemente, no más que eso. 

 

Avanzando en el camino espiritual, que les he contado por ahí también, comienzo a entender la relación mente – espíritu – cuerpo y descubrí que no es que estén amarrados, sino que son uno solo. 

 

Medicina psicosomática. El cuerpo refleja los pesares de la mente. Me hizo todo el sentido del mundo. Por un momento imaginé que era hipocondríaca, pero si así lo fuera, no hubiese visitado cinco años seguidos el salón de operaciones, sin contar las otras múltiples cirugías a las que me he sometido. 

 

Profundizando en constelaciones familiares, bioneuroemoción, la influencia del entorno, traumas de la infancia, vidas pasadas, espiritualidad y todo cuanto pude acceder, todo empezó a hacer sentido. 

 

Como muchos de mi generación, aprendí a callar y no expresar mis emociones. ¿Saben que “tragarse” las emociones y no gestionarlas es nefasto para el organismo?  ¿Saben que uno de nuestros chakras energéticos está justo en la garganta? 

 

Bueno, yo tengo cinco cirugías en el cuello. Sí, cinco. Dos para corregir el síndrome del opérculo torácico (en español, la costilla cervical, un pedazo de hueso que tenemos de más en algunas mujeres, sobre todo, más elevado que la primera costilla y que produce presión en los nervios o la circulación hacia los brazos), jamás había escuchado hablar de esto. Dos operaciones para mi columna cervical y una para remover mi tiroides. 

Será casualidad o es que mi cuello me estaba mandando todas las señales posibles de que tenía que hablar, tenía que sacar todo lo que tenía adentro, tenía que decir lo que sentía y no callarme más para ser aceptada y querida. 

 

Una vez lo entendí así, la Sagitario con ascendente en Sagitario que vive en mí ha dado rienda suelta a la expresión de sus opiniones, tanto así que a veces creo que me paso de la raya.

 

Mi intestino una vez me jugó una terrible pasada. Se los conté en los escritos sobre mi querida Caridad y mi estadía no planificada en Miami. ¿Saben que el eje intestino-cerebro nos influye enormemente?  ¿Qué las afecciones en el intestino delgado se relacionan con la asimilación y el discernimiento y en el intestino grueso con el dejar ir?  Bueno, luego de sufrir por años sin solución aparente, el intestino me agarró a bofetones y me dijo: “Vas a trabajar todas estas emociones y te vas a quedar quieta, quieras o no.  Vas a dejar ir todo lo que tengas que dejar ir”. 

 

Me parece estarlo oyendo. He sufrido enfermedades raras para mi edad y, por supuesto, mil padecimientos comunes. En lo que trabajo ahorita es en el proceso inflamatorio. Origen de múltiples dolencias, como la artritis reumatoide, que me acompaña hace años.

¿Saben que el estrés y emociones como la ira, la tristeza y la ansiedad pueden desencadenar y mantener procesos inflamatorios crónicos al activar el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, que libera hormonas como el cortisol?  ¿Saben que se estima que uno de los precursores del cáncer y las enfermedades autoinmunes es la inflamación crónica?  

 

Sé que a muchos de ustedes les pasa igual.  Estamos demasiado ocupados y si el malestar es relativamente manejable, preferimos ignorarlo, no hay tiempo para esto.  Aprender a atender mis síntomas y darles importancia me costó muchos bofetones y malos momentos.  Me prometí a mí misma no dejar que pase otra vez.

 

Estoy segura que muchos estarán de acuerdo o habrán leído sobre lo que escribo.  Estoy segura también que habrá miles de teorías que lo contradigan.  La ciencia es fundamental, vayan al médico y si es necesario busquen una segunda o tercera opinión. Solo les pido que además de la ciencia, vean su salud como un todo. La suma de muchas partes. Y que no paren de buscar hasta que encuentren lo que les resuena, les alivia y les haga sentir en paz y repletos de energía positiva

“Me encantaría conocer tu opinión. Sígueme en @maricelescribe y mándame un mensaje directo, ¡te responderé personalmente!”

Compartir en Redes Sociales
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

¡Te invitamos a suscribirte a nuestro newsletter semanal!

Mantente al día con nuestras últimas novedades, consejos exclusivos y contenido especial directamente en tu bandeja de entrada.

Otras Entradas

Un tío como pocos

No vivíamos en la misma ciudad. Ni siquiera en el mismo país. Pero mi tío Juan marcó mi vida gracias a las tantas veces que pudimos conversar……

Cuando la vida te mete en la licuadora

Si hay algo que amo de vi vida es que ningún día es igual al otro. En lo profesional por la diversidad de los clientes proyectos, en lo personal por tantas rutas que se encienden…

Las casas tristes

Todas las luces apagadas, a veces el jardín crecido, en algunas se ven los primeros signos de deterioro……