Todo empezó alrededor de las 8:00 de la noche…algunos cenando, otros viendo tele, otros tomando un vinito…como yo
Se activa un grupo de Whatsapp y cuando volteo a ver eran mensajes eliminados…yo soy nueva en el grupo y me daba pena mandar uno de esos famosos stickers que dicen “cual es borradera”….después qué van a pensar de mí, pero la que se quedó pensando fui yo.
¿Qué pudiera haber sido? Se me ocurrían tres cosas. Un mensaje enviado por error, una foto que no estaba destinada a que el grupo la viera o alguna expresión que definitivamente no debía ser conocida.
Al parecer no fui la única que quedó en vilo ya que en breve aparece otro de los integrantes preguntando que si a X le había pasado algo…wao, entonces no fue un vacilón, algo pasó de verdad. A la espera de alguna explicación del protagonista o que algún adelantado que sí logró ver los mensajes borrados eche el cuento…va pasando el tiempo
Otra persona agrava la cosa y se espesa la tensión en el ambiente al comentar que “eso le pasa varias veces al año y que la doctora dice que es normal, o sea que no es malo”. Esto seguido de más mensajes eliminados ya fue el detonante de lo que se convertiría en un episodio que puede ser el primero de una serie de anécdotas de las cuales a lo mejor sacamos una obra, un libro o una enciclopedia.
Ya no se pudo contener más la olla de presión y llueven las preguntas, ahora si preocupados sobre qué es lo que pasa…y entonces chatea alguien tratando de bajar la mecha diciendo que mejor finge demencia….
La intriga es real hasta que un aventajado nos tira un salvavidas y nos dice que ya le explicaron y echa el cuento con pelos y señales. Resulta que un familiar del protagonista mandó al grupo equivocadamente unas fotos que estaban destinadas al médico. Nada grave al parecer.
Bajadas las aguas, el chat se inunda de emojis felices y deseos de pronta mejoría tanto porque el misterio no era de terror como porque la curiosidad nos mantuvo al borde del asiento por casi una hora. Se van incorporando otros miembros a la conversación un poco perdidos en el hilo y el cuento se echa como 3 veces más.
Lo peor del caso es que el protagonista creo que jamás se enteró que tenía a tantas personas en vilo, es más, creo que todavía no lo sabe.